jueves, 13 de noviembre de 2014

  
 
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PRONTUARIO PARA LA DEGUSTACION DEL VINO DE RIOJA

 Introducción

En las reuniones familiares o de amigos estamos seguros que los aficionados al vino serán sometidos a dura prueba, pues se les pedirá su opinión sobre los vinos de Rioja que se beben, su proveniencia, añada, etc.
 
Desenvolverse en estas situaciones no es fácil, pues sólo le quedará al interpelado, que será el punto de mira de la reunión, el repasar mentalmente sus conocimientos buscando el menor indicio que le ponga sobre el buen camino de la respuesta.
 
Ello exige una suma de conocimientos sobre la región vitícola Rioja, sus vinos y añadas, así como una formación adecuada sobre la degustación de nuestros vinos.
 
Es por ello nuestra intención desarrollar todos estos temas, comenzando por algunas generalidades sobre la degustación.
 
Es evidente que a lo largo de la historia del hombre siempre ha buscado desarrollar sus gustos, definirlos, expresarlos y describirlos. Ello ha dado nacimiento, de forma natural a lo que se llama actualmente degustación examen organoléptico o análisis sensorial.
 
La degustación es una acción física que permite, por mediación de los sentidos, el definir un conjunto de impresiones y sensaciones buenas o malas; a nivel del tacto, de la vista, del olfato y del gusto.
 
A lo largo de los años esta operación se ha desarrollado, pasando de ser una acción maquinal para el que la practica, para llegar a lo que es hoy; un arte, una ciencia, tanto para el degustador por placer como para el profesional enólogo. Para uno significará un complemento placentero de su conocimiento de los vinos, para el otro será un elemento técnico indispensable en su actuación profesional.
 
En cualquier caso el análisis sensorial, la degustación, es una operación más subjetiva que objetiva, y por ello deben marcarse unas reglas que permitan traducir las apreciaciones sensoriales en valores y cantidades comparables. Por ello existen diversos tipos de análisis sensoriales, desde el científicamente reglamentado control organoléptico, hasta la degustación hedonista o de satisfacción que a nosotros nos interesa.
 
En todo caso deben reunirse los medios para asegurar el éxito de la degustación: medios humanos, pues los degustadores deberán ser conscientes de la actividad a efectuar, aptos para tal empeño y deberán conocer también los vinos a degustar, el método y el modo de notación; y medios materiales como locales adecuados, y cuyo ambiente no modifique las características de los vinos a examinar y no incomode a los degustadores; copas especiales que permitan apreciar debidamente las características de los vinos, etc.
 
También será necesario conocer, aunque mínimamente, las normas de calificación para expresar, siquiera de forma ordinal, el valor del producto a partir de las sensaciones personales del degustador.
 
Igualmente el vocabulario de la degustación, toda una maravilla expresiva, deberá ser conocido por el degustador para trasladar sus sensaciones a los demás.
 
De todo ello hablaremos en estas páginas, para proporcionarles una formación teórica sobre degustación, que será completada en su momento con cursos prácticos de iniciación.
 
Son escasos los degustadores que en reuniones familiares o de amigos, salen triunfantes de las pruebas que se les imponen sin tener unos conocimientos mínimos.
 
Elementos fundamentales del degustador serán la preparación, la reflexión, la disciplina y la memoria. De la práctica nacerá la experiencia, y cualquiera que sean los métodos utilizados, los resultados obtenidos y la reputación adquirida, que estamos seguros será alta en nuestros aficionados al vino, es necesario recordar siempre que la degustación es la escuela de la modestia.









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