jueves, 29 de mayo de 2014


 
 
 
 
 
 
EL CORCHO
 

El vino es un organismo vivo: respira y con el tiempo evoluciona. También puede enfermar, y con el tiempo también muere. Es por esto que es tan importante su conservación. Gracias al corcho y a sus características especiales e irrepetibles el vino puede transformarse poco a poco y envejecer. La utilización del corcho como sistema para tapar las botellas supuso realmente una revolución. Hay quienes atribuyen este descubrimiento al famosos monje Don Perignon pero no fue hasta mediados del sigo XVIII cuando comenzó a utilizarse habitualmente.
 
¿Por qué se utiliza el corcho? Porque el corcho por su porosidad, resistencia, elasticidad, impermeabilidad y estabilidad química, permite un sutil, pero vital intercambio entre el aire contenido en sus celdillas y los componentes del vino. Esto permite una muy lenta "óxido-reducción" que aporta al buqué de los vinos que ha tenido una crianza en botella.
 
¿Cómo se obtiene el corcho? El corcho se elabora con la corteza del alcornoque y solo puede hacerse de cada 8 a 10 años... No toda la corteza de alcornoque sirve para obtener un buen corcho; de hecho, sólo se utilizan las planchas centrales de la corteza del árbol. Una vez que se desprende esta corteza, hay que secarla o "curarla" al aire libre. Este proceso es esencial para la calidad del futuro tapón. El curado dura como mínimo dos años. Una vez que las cortezas están secas, se sumergen en agua hirviendo durante 3 horas para desinfectarlas y eliminar algunos minerales y taninos. Así, el corcho se hace más suave y neutro y aumenta su espesor un 15%. Por último se estabiliza para su manipulación.
 
La longitud de l9os corchos dependerá del destino del vino. Por ejemplo, si el vino va a pasar por una larga crianza en barrica, el corcho deberá ser más largo y algo más grueso que el de un vino joven. Un tapón corto en estos casos puede producir una pérdida de liquido o goteo. Un buen corcho tiene una vida útil entre 15 y 30 años, pasados los cuales comienza a resecarse y luego a descomponerse. Si el corcho no es bueno produce una contaminación al vino conocida como "gout a bouchon", y que le da al vino un aroma de humedad fácil de reconocer y no queda otro remedio que desechar la botella. Hoy en día muchas bodegas optan por un tapón de rosca o de vidrio para vinos jóvenes que no tienen crianza en barrica.  No hay que tacharlos de vinos de mala calidad, hay que saber reconocer que estos vinos hay que consumirlos en sus primeros años de vida y por lo tanto es válido que utilicen estos tipos de tapones.
 
Fuente: Mi vino MX



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