lunes, 30 de marzo de 2009

Parque Hundido: una joya capitalina... en peligro

Sobre la Avenida Insurgentes, entre las Calles Porfirio Díaz y Juan Francisco Millet, en la colonia Extremadura Insurgentes, se impone uno de los más bellos parques con que cuenta la ciudad de México: el Luis G. Urbina, mejor conocido como Parque Hundido.
Entre los atractivos del Parque Hundido destaca un museo al aire libre, enriquecido con 51 piezas arqueológicas distribuidas en seis rutas, cobijadas por un asta bandera, que ilustran a las más sobresalientes culturas antiguas de México (Altiplano, las culturas Zapoteca, Maya, Olmeca, Totonaca y Huasteca). Precisamente al destinarse a esta temática, el parque se distingue de otros en el Distrito Federal por su propuesta de integración de reproducciones de piezas arqueológicas con áreas verdes y recreativas.
Otros atractivos del Parque Hundido son un Reloj Floral, que tiene 10 metros de diámetro en un ángulo de 35 grados, cuya carátula está adornada con flores y plantas que se cambian de acuerdo con las estaciones del año, y un videoaudiorama con capacidad para 141 personas.
Sin embargo, la inadecuada infraestructura hidraúlica y su desigual distribución; la falta de criterios claros sobre la cantidad y organización de las especies arbóreas; el manejo equivocado de la basura y la indefinición de las responsabilidades de los usuarios del parque al generarla y la ausencia de vigilancia, han originado que el parque vea deteriorada su misión para ser un centro de recreación y convivencia sana, en el contexto de esta vasta urbe de unos 600 km2 de suelo urbano.
De acuerdo con las autoridades ambientales del gobierno central, la infraestructura de riego sólo alcanza para irrigar el 50% de su superficie y como la tubería fue colocada en l970, se encuentra en muy malas condiciones. Para regarlo bien se requiere un mínimo de 6 pipas de agua diariamente pero, en épocas de estiaje, la cual tiene una duración de entre 7 u 8 meses, sólo llegan en promedio dos.
Otro problema detectado es la existencia de una sobredensidad de especies arbóreas, que limita el crecimiento de las diferentes especies de árboles presentes e impide el crecimiento de plantas ornamentales y pastos, reduciéndose también la capacidad de filtración de agua. Los árboles más grandes no permiten el sano crecimiento de los más jóvenes. La competencia por la luz solar, así como de los nutrientes del suelo, genera que algunos árboles crezcan con debilidad, deformándose, siendo propensos a enfermedades y ataques de plagas, lo que posteriormente genera la propagación de las mismas dañando la masa arbórea.
Tampoco se tiene un adecuado manejo de la basura. El mayor volumen de basura se genera los fines de semana, principalmente por la importante cantidad de fiestas infantiles que se realizan. En la temporada de invierno, también se genera mucha basura por la caída de hojas secas, lo que requiere de un gran esfuerzo y tiempo de parte de los trabajadores. Otro problema es la basura que generan los vecinos del parque que colocan su basura en los cestos ubicados en su interior. Además, los vendedores ambulantes que aprovechan el espacio del parque tiran su basura en los cestos del mismo, saturando y desbordando las papeleras.
También, llegan una importante cantidad de visitantes con sus perros al parque, los que defecan en los prados y/o pasillos y algunos dueños no levantan los excrementos. Algunos visitantes dejan a sus mascotas libres, las cuales se meten a jugar entre las plantas y las destruyen. Existen quejas de algunos usuarios porque les molesta la presencia de mascotas en el parque. Por su lado, los también usuarios del parque, y que son dueños de mascotas, reivindican su derecho a hacer uso y disfrute del mismo, sin que se llegue a un acuerdo claro sobre los derechos y normas a observar por los distintos tipos de usuarios del parque.
Asimismo, falta luz en la zona de juegos infantiles. Por la falta de vigilancia se registró el robo de alambre de las luminarias establecidas, así como el robo de una reproducción original de la pieza arqueológica representativa de un atlante de Tula, Hidalgo y, por último, se han pintado grafitis en algunas representaciones de estelas arqueológicas.
En aras de preservar este espacio es importante arreglar y dar mantenimiento a la actual red de distribución de agua, así como extenderla al resto del parque que actualmente carece de ella. También deben dotarse una mayor cantidad diaria de pipas que suministren agua para riego en época de secas.
Por otra parte, sería recomendable realizar un proyecto arquitectónico de remodelación de los distintos espacios verdes, arqueológicos y andadores, vía un convocatoria abierta cuya única motivación sea impulsar la sustentabilidad ambiental y recuperar la propuesta original que llevó a la instalación de las piezas arqueológicas en el parque a inicios de los setentas del siglo XX.
La propuesta arquitectónica debe integrar las diferentes necesidades de los usuarios, entre quienes también se requiere iniciar una campaña de concientización para solicitar su corresponsabilidad en el cuidado y vigilancia del parque.

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