El Festival Internacional de las Culturas en Resistencia Ollin Kan Tlalpan es ya un referente claro del encuentro de expresiones culturales que resisten el vasallaje de la globalización.
Ollin Kan, lugar del movimiento, es un Festival propositivo que nos lleva a observar la otra mirada, el sentido más profundo de la condición humana. Es un encuentro de las culturas primigenias, milenarias, de sus lenguas que evocan la poesía de los inicios de la humanidad y su relación con el cosmos. Proponemos con este Festival un diálogo permanente entre los pueblos autóctonos que han sabido cultivar sus rituales y tradiciones.
Ollin Kan, lugar del movimiento, es un Festival propositivo que nos lleva a observar la otra mirada, el sentido más profundo de la condición humana. Es un encuentro de las culturas primigenias, milenarias, de sus lenguas que evocan la poesía de los inicios de la humanidad y su relación con el cosmos. Proponemos con este Festival un diálogo permanente entre los pueblos autóctonos que han sabido cultivar sus rituales y tradiciones.
Ésta es la fusión y el intercambio que le da fundamento a los pueblos en un diálogo infinito de ir y venir de vientos y mareas, de África al Mediterráneo, del Mar Egeo al Mar Negro, del Medio Oriente al Subcontinente Indio, queda a un paso el Sudeste Asiático y el Extremo Oriente con la fascinación de los dragones.
De todas partes, de los cuatro rumbos del mundo, vienen a juntarse y a intercambiar la mirada, todo el crisol cultural del universo para reunirse en el ombligo del mundo, en el gran Valle del Anáhuac, México. Esta región, esta Tierra Firme, es vuestro Calpulli, es vuestra casa, esta tierra llena de cantos, flores y lucha perenne de resistencia cultural.
Difundir las culturas y tradiciones de estos pueblos es la misión fundamental del Festival, ya que en ellos subsiste la idea esencial de la cosmogonía, siendo los herederos de civilizaciones complejas y sofisticadas con un alto grado de espiritualidad, que bien le hace falta al México contemporáneo, ya que un pueblo sin alma es un pueblo sin verdad.
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