miércoles, 30 de julio de 2014

 
EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

LAS COPAS SON EL ACCESORIO VITAL PARA DEGUSTAR EL VINO, SU BUEN USO Y LIMPIEZA MEJORAN LA EXPERIENCIA VINICA.

 

Un poema reza que “todo es según el color del cristal con que se mira”, pero en el caso de las copas para vino las transparencia es vital, al igual que la forma y el borde de la copa para poder apreciar así las cualidades de la bebida.
Estas son  recipiente donde se aprecia el trabajo detrás de una botella de vino y su correcta manufactura ayuda a la degustación.
“Primero se inventó el vidrio para las copas, pero cuando se le añadió óxido de plomo se convirtió en lo que conocemos como cristal, que es más estable, delgado, rígido y que permite ver claramente el color del vino, revelándonos muchas de sus características”, comenta Oscar Nicanor, sommelier del Hotel St. Regis.
El accesorio se divide en cuatro partes: El pedestal donde se sostiene, el tallo por donde se toma, el globo donde se vierte el vino y la boca de donde se bebe.

“La copa siempre debe tomarse por el tallo o el pedestal para no calentar la bebida y alterar sus cualidades organolépticas”, señala el sommelier.
Para conservarlas, se deben lavar inmediatamente después de usarse con agua caliente y sin jabón, para evitar dejar en ellas residuos que alteren el sabor del vino, además deben guardarse en un mueble donde estén protegidas del polvo.

“El material ideal para secar una copa de cristal es la microfibra, que absorbe rápido el agua y no la raya, pero una tela que contenga 80 por ciento algodón también es buena”, menciona Nicanor.
En el momento del servicio, una copa o vaso con agua debe colocarse frente al comensal, seguida a la derecha de la copa de vino tinto, que se usará en el segundo tiempo y enseguida la copa de vino blanco que se servirá en el primer tiempo.
“No recomiendo tener más de tres copas en la mesa ya que resulta incómodo y el servicio se ve demasiado ostentoso”, aconseja.

¿SABIAS QUE…?
La copa Antoinette, también llamada pecho de dama o antigua, se dice que fue elaborada con la forma del pecho de la Reina María Antonieta de Francia. Es la primera especializada para servir champaña u otros espumosos, pero su boca abierta permite que escapen rápidamente las burbujas del vino y cayó en desuso.
 
Copa Riesling.- Con un globo poco amplio cuenta con la forma IDEAL PARA VINOS BLANCOS de menor complejidad y mayor acidez.
El borde de su boca es más cerrado para permitir una MAYOR APRECIACION de los aromas del vino.
Copa Burdeos.- Es la más usada para vino tintos y posee un globo amplio que permite la EXPRESION DEL VINO a través de una BUENA OXIGENACION y una boca amplia para liberar mejor los aromas. Ideal para vinos bien estructurados y aromáticos.
Copa Chardonnay.- Especial para servir vinos blancos con estructura, acidez baja y amplia gama aromática. Para que el vino pueda EXPRESARSE ADECUADAMENTE su globo es más amplio que la Riesling, permitiendo una MEJOR OXIGENACION.
 
 

 
Copa Borgoña.- El globo más amplio que el de la copa Burdeos permitiendo una MAYOR OXIGENACION de la bebida, pero la boca termina abierta como una flor y es más cerrada para concentrar los aromas. Es ideal para VINOS MAS FRUTALES Y DELICADOS.
Copa Flauta.- De forma larga y delgada, permite APRECIAR Y CONSERVAR mejor el rosario de burbujas, principal atributo de la champaña y otros vinos espumosos. Su boca pequeña y cerrada CONCENTRA más los aromas de la bebida.
Copa Vino Dulce.- Es de tamaño pequeño, porque estas bebidas se sirven en PORCIONES MÁS LIMITADA para NO SATURAR AL PALADAR con su sabor dulce.

Fuente: VINOS.- Reforma/buena mesa/julio 2014.

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