De acuerdo con el Informe sobre la de Calidad de Vida de Mercer 2009, la Ciudad de México descendió dos lugares en el ranking, ubicándose este año en la posición 129 de una lista de 215 naciones; en 2008 había ocupado la posición 127.
Las condiciones de calidad vida son analizadas según 39 factores clave los cuales se agrupan en 10 categorías:
1) Entorno político y social (estabilidad política, delincuencia, cumplimiento de leyes, etc.)
2) Entorno económico (regulaciones en el tipo de cambio, servicios bancarios, etc.)
3) Entorno socio-cultural (censura, restricciones a la libertad personal, etc.)
4) Salud y salubridad (servicios y suministros médicos, enfermedades infecciosas, tratamiento de aguas negras, remoción de basura, contaminación del aire, etc.)
5) Escuelas y educación (niveles y disponibilidad de escuelas internacionales, etc.)
6) Servicios públicos y de transporte (electricidad, agua, transporte público, congestionamiento vial, etc.)
7) Recreación (restaurantes, teatros, cines, deportes y actividades de tiempo libre, etc.)
8) Bienes de consumo (disponibilidad de alimentos o artículos de consumo diario, automóviles, etc.)
9) Vivienda (vivienda, aparatos domésticos, mobiliario, servicios de mantenimiento, etc.)
10) Ambiente natural (clima, registro de desastres naturales)
En términos generales, las ciudades europeas continúan dominando las primeras ubicaciones en el informe de este año. De hecho, muchas ciudades de Europa Oriental han visto un aumento en su calidad de vida y, en general, varios países que se unieron a la Unión Europea en 2004 han experimentado una mejora coherente con un incremento en su estabilidad, subiendo el nivel de vida y logrando mayor acceso a bienes de consumo internacionales.
En cambio, en la región de América ha habido pocos cambios en la clasificación de las ciudades norteamericanas; las ciudades canadienses todavía dominan la parte alta del índice en la región, y en el Caribe, Centro y Sudamérica, San Juan de Puerto Rico retiene la clasificación más alta, seguido por Montevideo.
¿Por qué la ciudad de México no mejoró entre ambos años? Es una buena pregunta que avalan los datos duros. Veamos los principales factores que constituyen el talón de Aquiles para el GDF.
1) seguridad pública: 9% y 7% crecieron los delitos del fuero común en 2007 y 2008, respectivamente;
2) regulación del tráfico: la operación de las grúas es la acción menos popular aplicada por el gobierno, ya que miles de arrastres se hacen sin que se apeguen a medida reglamentaria alguna;
3) tráfico: se calcula que la velocidad promedio en la ciudad ronda los 21.7 kilómetros por hora;
4) modernización del transporte; aunque opera el moderno sistema BRT, siguen circulando cientos de unidades de microbús que ya cumplieron su vida útil desde hace tiempo, situación que, junto con la expansión de la inversión en vialidades, motivó el aumento del parque vehicular;
5) legalidad o el cumplimiento del estado de derecho: el mejor lugar para la corrupción es el DF, que saltó de 13.2 –en 2006– a 19.8 puntos –en 2007– en el índice de transparencia, lo que significa que se paga una "mordida" en dos de cada 10 ocasiones en que se tramita o realiza un servicio;
6) disponibilidad y calidad del agua, la disponibilidad de agua por habitante en el Distrito Federal y los municipios metropolitanos se ha reducido a 50% en sólo 50 años; mientras que en 1955 cada mexiquense o capitalino en teoría podía disponer de hasta 11,500 metros cúbicos anuales, en la actualidad apenas si se pueden promediar los 4,446 metros cúbicos de agua por habitante por año;
7) disposición de residuos sólidos, se estima que en la ciudad existen alrededor de 900 tiraderos clandestinos, cada uno de los cuales genera diariamente más de una tonelada de basura, o sea aproximadamente 10% de la generación diaria de residuos de la ciudad; y
8) calidad del aire, de acuerdo con datos del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México, desde que se declaró la contingencia a la fecha, sólo cuatro días han mantenido los límites permisibles, pues el resto, aunque fuera tan sólo en una hora, registraron niveles clasificados como “malos”, principalmente en la zona sureste y suroeste de la capital.
En salud, el declive empieza desde el nacimiento, cuando un buen número de bebés tienen bajo peso, pero al llegar a la edad escolar se vuelven obesos, lo que tampoco mejora en la etapa adulta ya que el 34% de los hombres adultos padece sobrepeso y 26% obesidad; en el caso de las mujeres estas cifras son 37% y 35%, respectivamente.
También en la ciudad de México hay muchas viviendas precarias, en riesgo y carentes de servicios, además de que a los capitalinos les falta trabajo bien remunerado para asegurar a sus familias una vida digna y segura. Los empleos precarios e informales, que se realizan en condiciones de riesgo, son una constante lo que impide mejorar el acceso a satisfactores indispensables para mejorar las condiciones de vida. Así, mientras no se superen todos estos rezagos, la ciudad de México no avanzará hacia conseguir una mejor calidad de vida de sus habitantes.